Gran Caminata Gimnasiana

El sábado, 8 de septiembre nos reunimos 34 caminantes para compartir una día lleno de aventura en el Parque Natural Chicaque.  Nuestros pequeños exploradores estaban emocionados porque madres, padres, estudiantes, abuelos y amigos íbamos a ir en el bus del colegio al parque y, también, porque iban a participar en la actividad de la tirolesa y la cabalgata.  

Cuando llegamos compartimos nuestro refrigerio, que por cierto, el chocolatico y la aguadepanela nos dieron la energía suficiente para empezar nuestro recorrido por el Sendero Colonial.  Fue interesante escuchar de nuestro guía, Pedro Pulido, la historia de cómo los Muiscas y sus guerreros, los guaches_[1] transitaban este sendero para defender su territorio de los Panches y cómo realizaban el trueque al comercializar la sal y las mantas de algodón. También, nos recordó cómo mantenemos el legado de nuestros indígenas en diferentes palabras de uso diario como Chía, Nemocón, Soacha y otras que desconocemos por completo.  Algunas de estas, como la palabra “Chicaque” que significa montaña vigorosa, “Cucha” que hace referencia a la mujer, pero no a una señora mayor, sino a la más bella del arcoíris y “Guaricha” que era además de una princesa, hija de un cacique y era muy bella.  

Durante el recorrido, tuvimos la oportunidad de vivir el ambiente de alta humedad que evidenciamos en la neblina que llegaba hasta la copa de los árboles y, luego, sentimos como gotas de agua de lluvia horizontal caían sobre nuestra piel.  Sin embargo, avanzamos unos pocos metros y cuando hicimos nuestros ejercicios de estiramiento, la temperatura había cambiado.  Fue increíble.  Observamos una vegetación bastante desarrollada y diferentes palmas, arbustos, etc. 

Luego, nos dirigimos al Bosque de Robles que para todos fue muy interesante.  Encontramos robles que alcanzaban 35 a 40 m de altura con grandes raíces, diferentes especies de árboles como los yarumos y los higuerones y contamos con una temperatura muy agradable.  Vimos bastante orquídeas y matorrales. También, observamos gramíneas y helechos, líquenes , algunas bromeliáceas y gramíneas en los escarpes rocosos. Y notamos cómo la humedad ha favorecido el crecimiento de parches de musgo.  Realmente, el paisaje es espectacular.  

Cuando llegamos a la práctica de la actividad de tirolesa, nos pusimos a prueba.  Caminamos por 10 minutos desde el Refugio, donde íbamos a almorzar, y nos encontramos con una hermosa vista.  Recorrimos 340 metros a 100 metros de altura.  Fue emocionante para todos.  Entre sonrisas, bromas y gritos sobrevivimos esta experiencia.  Luego, caminamos y conocimos la casa en el árbol, uno de los nidos que ofrece el parque y nos invita a dormir en la copa de los árboles. Esperamos que algunas familias puedan regresar y vivir esa experiencia.  

Finalmente, almorzamos y compartimos otro rato muy agradable en compañía de este gran grupo de caminantes.  Después, nos dispusimos para regresarnos unos a caballo, otros en carro y otros caminando.  Nuestros recorrido de vuelta fue tan agradable como el de llegada, conversando y conociéndonos cada vez un poco más.  Compartimos nuestra experiencia del día y otros temas que surgieron en el momento y que se facilitaron por el agradable recorrido que el señor conductor Wilson Suescún, nos facilitó con su excelente servicio.  

[1]Guache: identificaba al guerrero valiente y orgulloso.

Gracias a todos por esta gran aventura en familia!   

"La pasamos muy rico en familia. Es un lugar hermoso. El evento muy bien organizado. Felicitaciones y muchas gracias por todo. [Ahora] Hay que pensar en nuevos destinos." Familia Pico Espitia